26.7.10

la raíz que nunca muere

Theodor Ludwig Wiesengrund - (en castellano: "Theodor Adorno")
(Alemania, 1903-1969)


" La idea de que se tiene un suelo firme y seguro bajo los pies cuando el proceso de pensamiento puede ser detenido o interrumpido en un determinado lugar, es un sustituto de la verdad, misma. Ahí me parece que radica hoy el error o falsedad de la pregunta por lo primero y originario. Se dice que tal apoyo es la verdad porque no se confía en pensar consecuentemente la verdad, porque la verdad duele mucho como sostiene un viejo mito, y conocer la verdad por completo hoy, implicaría tocar críticamente determinados presupuestos de nuestra propia existencia real, lo que sería muy desagradable. Por eso esas detenciones, esa reflexión angustiada sobre las consecuencias del pensamiento, se convierten en sustituto de la verdad misma, mientras que antes de que realmente se efectúen esas reflexiones, no importa en absoluto si lo firme y primero es también necesariamente lo verdadero. La legitimación de este planteamiento radica en que se dirige contra la arbitrariedad de cualquier ocurrencia, también contra todo lo efímero que procede efectivamente de la industria de la cultura, por tanto, de todo aquello de que nos alimentamos día tras día, novedades, informaciones, etc., por razones de búsqueda de un beneficio. Todo esto presupone la verdad, siendo así que en realidad es siempre la misma falsedad. Como dice un refrán francés: plus ça change, plus c’est la même chose. En la medida en que la pregunta por un suelo firme se opone a este cambio malo, es legítima tal necesidad, pero como en la actual sociedad se abusa de casi todas las necesidades legítimas y se las pervierte en su contrario, esa necesidad de perforación, a la que sucumbimos en tal actividad, se confunde con el ser necesario, estático, invariable de la cosa en sí misma y con la verdad, considerada como algo firme, inmóvil y permanente. "


Este fragmento de "terminología filosófica" creo que responde muy bien al cuestionamiento de porque nadie se cuestiona el origen.
En adición a esto, consideremos que el autor citado no tuvo la posibilidad de concebir la era "tecno-globalización" que sucumbe por estos tiempos, puesto que de haber vivido esto, probablemente habría modificado su discurso y habría considerado como factor nuclear del error de cuestionamiento, al colectivo de medios comunicativos que operan formando convicciones y puntos de vista en las personas.
Particularmente yo decidí ya hace un par de años preguntarme el porque de factores inmensos, verbigracia: el tiempo.
Debo confesar que indagar sobre el "tiempo", presupone una tarea casi imposible, por el grado de impregnación que tengo del mismo en mi concepción del mundo. Aislarse del tiempo, suena tan calamitoso y excitante a la vez, que en la próxima entrada, me gustaría dar mi punto de vista de este factor tremendo. Empezaré con citar algunas consideraciones de M. Heidegger, cuya obra cumbre a mi entender -"El ser y el tiempo"-, trata la finitud humana, la nada, y cuestiones propias de la corriente existencialista.
Hasta ese entonces, y despidiendo esta pequeña entrada con un "adorno":

" Es preciso fijar perspectivas en las que el mundo aparezca trastrocado, enajenado, mostrando sus grietas y desgarros, menesteroso y deforme en el grado en que aparece bajo la luz mesiánica. Situarse en tales perspectivas sin arbitrariedad ni violencia, desde el contacto con los objetos, sólo le es dado al pensamiento. "
Theodor Adorno.-

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