3.10.11

UNA TARDE EN ED-MUNDO



(canción de Four Tet - spirit fingers)

El día estaba ya predispuesto para los pensamientos de Ed-mundo.
Notablemente, es un chico que suele "irse" a corretear por ahí, a veces por bosques inigualables; otras veces, directamente al negro de las aguas profundas.

-"El príncipe desea convertirse en sapo"-

Ésta frase, y no otra, servía a Edmundo como punto de apoyo. Cada acto, comportamiento o conducta, era regida de este modo.
En cierta parte, siempre, el joven obtuvo curiosidad de ciertas cuestiones poco felices e igualmente siendo éstas, raíces de un devenir que hoy rigen el orden mundial.
No obstante esto, él siempre solía establecer su ancla. Y hablo en pasado, porque ya no suele más.
No al menos, luego de su último vuelo. Ya nada fue igual.
Un peligro poco complejo, igual sigue siendo un peligro. Por éste suceso, él establecía su ancla: aunque no siempre se conformara luego con el perímetro en el cual lo hacía.
Ocurre que una tarde, (suele ser el estado perfecto, la escena apropiada, el punto de inflexión donde Ed-mundo carbura, o lo que los exquisitos llaman: introspecciona), escupió de su boca sin freno alguno y a viva voz:

"Lo importante no es sobrevivir, sino, mantenerse humanos.
-Sublimación-
¿Gran hermano existe?
-si-.
¿Existe como yo?
-tú no existes... desde que fuiste anulado".-


Este fue el antes y después de Ed-mundo.
Tamaña consideración es recibida por el aire y retumba en mil ecos inquisitorios. Aunque a decir verdad, sonó como un chillido en él:

“Lo importante no es sobrevivir, sino, mantenerse humanos”.

Pero esto decidió evaluarlo aisladamente del resto.
Era cabal descifrar para Ed-mundo, el porque de la pregunta y la auto-contestación. Esto era paranormal para él, de ahí su inquietud para aprehender lo que él mismo había escupido (regurgitación animista), era necesaria una suerte de metabolización. Un comportamiento audaz que bordeará los limites de la cordura:

“¿Gran hermano existe?
-si-.
¿Existe como yo?
-tú no existes... desde que fuiste anulado".-

Es de real regocijo e igualmente doloroso ser depositario de la verdad mundial. Y todo en una tarde cualquiera, o de esas tardes en donde la realidad se trastoca y cede a la ficción: quizás porque el otoño traiga la monotonía en días climatológicamente perfectos.
Sea de una u otra forma, su frase “basa-mental”, su pie de apoyo había cobrado real virtualidad: -"El príncipe desea convertirse en sapo". Y ello reside en la idea de que el mundo no era el mismo para Ed- mundo. Había sido anulado. Y ahora era consciente de este estado.
Finalmente, desde su ventana, soltó un suspiro estremecedor, miró dos o tres peatones intentando cruzar la calle y concluyó que al final, los días estaban en crisis, que todos habíamos sido anulados, y que esto, era una condición al nacer: para nacer.
La verdadera significación del mundo, era una simple tarde más.
Como la trama de este cuento, si es que la hallase, sería una más. Asi y todo tan simple, Ed-mundo ahora juega al ajedrez de una forma más siniestra aún: va a rebobinar cada jugada bélica de forma tal, que el jaque mate, nunca sea, y las piezas vuelvan al punto de inicio:
“Lo importante no es sobrevivir, sino, mantenerse humanos”…

FIN


Cándido.-































"toda ficción es creada cuando los materiales dados no son suficientes..." Hans Vaihinger.-

1.6.11

0,22,23..

(para una lectura más placentera, como siempre aconsejo aprete play)

Fleet Foxes - White Winter Hymnal (del disco fleet foxes 2008)


Nada más conmovedor que unas pocas sensaciones y no hechos. Quien haya formado parte de este espacio sabe de antemano este supuesto: lo que quedan son sensaciones y no hechos, vuelvo a intervenir.
Y es que parecen siglos. Sin embargo objetan diciendome: todavía estas aprendiendo a volar. Debo confesar que esto me resulta exhasperante. ¿Acaso no flotamos en ideas y aterrizamos en la realidad?. Digo, no es frecuente evaluar o diseñar un plan mental antes de realizar cada acto, aunque sea por una fracción de segundo. Entonces, ¿no es preferible aprender a aterrizar con un dejo de satisfacción sobre este suelo lleno de cráteres?. 
Si, la verdad que si, me complace más esta idea. Piense un poco más sobre esta reflexión: recorremos nuestra minúscula existencia evaluando, pensando, levitando sobre cuestiones existenciales, o sobre cuestiones diarias (que por cierto forman lo teleológico también), en fin, flotando. No obstante esto, descartamos y no ejecutamos pensamientos que nos parecen utópicos (por diferentes motivos), o que los mismos son frenados por la barrera de la inhibición (Disculpen Uds. si notan terminología Psico-analista, mi trabajo me esta envolviendo). O bien la realidad en concreto, se ocupa de revirarnos y destrozar todas las teorías incansables que esbozamos matutinamente; con lo cual, nuestro aterrizaje resulta turbulento, o lo que es peor, desapercibido. Por ello, aprender a descender con acierto, es mas complejo e interesante. O en todo caso, siempre hay un punto en el que estamos "cara a cara" con nosotros mismos. Deberíamos aprovechar dicho acontecimiento e indagar si actuamos de manera coherente y si esa conducta nos resulta satisfactoria, o si al reverso: deberíamos dar rienda suelta a lo irregular, afrontar cada día como una aventura incierta (y decir: pfff la normalidad apesta). Al fin y al cabo, de alguna forma nos dieron vida y nos largaron al mundo en el cual todo ya estaba predispuesto, cuyo primeros especímenes nada hicieron al respecto para justificar nuestra existencia, lo que es peor, complicaron la cosa aún más.
Dejo a criterio de  cada uno como encarar los años. Si en algún punto desearan conocer que hace esta insignificante persona para "justificarse", deberían entender que no hago nada el respecto, excepto por la influencia de alguna receta tan antigua como efectiva: vivir y dejar vivir.

Más allá de este impulso, hay en mente algún abstracto discurso para el "pequeño gran retorno" de este espacio blogífero. Sepan, que al igual que los pocos (y hermosos) lectores que siguen el blog, estoy bastante atareado, y por ende, portando dos mundos como pelotas con respecto a todo. Debería ser fácil y escupir todo con palabras, pero tampoco quisiera convertir este espacio en una suerte de diván.
En fin, pronto sucumbiran nuevamente. (buenaaa ; )


"A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde". Séneca.-

Cándido.-

23.2.11

regreso..

Aca el tiempo deja su huella.  Este espacio fue capturado por los "otros" que sincronizan mis ánimos, y me mantienen alejado de las expresiones vanales (¿siempre hay que expresar algo?). Esto puede ser comparado con el deterioro y olvido de los peluches de esa niña que ya se hizo mujer. Con la misma intensidad, se desgasta lo que ayer creía; aún así, sigo pronunciándome como un "hombre y sus fuertes convicciones". En cierto punto no hay contradicción: siempre estuve convencido en no creer en nada y que todo puede desfragmentarse con un suspiro. Esto no quiere decir que actúe de manera radical en cada acto realizado. Lo que es más, a veces actúo como un autómata y nada en mí se rebela, ni tiene intención de hacerlo. ¿hay contradicción? En cierto punto, si; pero no hay de que preocuparse, los cuerpos e ideas son volátiles. Ahora, por ejemplo, extraño lo que antes odiaba. Realizo lo que antes repudiaba. En fin, ¿que mejor experimento que un ser humano?. Todo es percibir, aprehender y expulsar. Herir y amar.   
Así reaparecen éstas palabras, con el perdón por los errores léxicos, y prometiendo paracaídas confortables para los vuelos bruscos. Para aquellos pocos fieles, calificados y sobre todo amigos lectores, invito a arrancar otro año de locura y cordura fresca.  


Dejo una conclusión veraniega:     
 
Analizando viejas calamidades en este tiempo que no aparecí por este espacio blogífero, llegue a una superstición alentadora y devastadora a la vez: el nuevo orden mundial es mejor estructurado desde la carne y no del invento abstracto. Aunque seamos seres pasionales, y por ello, el sistema no confíe en nosotros, deberíamos olvidar todo invento estúpido de convivencia y actuar como "desvariados". Al fin y al cabo siempre llego a la misma conclusión y me encanta. 


cándido.-