29.8.08

fix


En el año que cándido brillaba por si solo, ciertas herejías quieren cometerse sin avisar. Respiramos y: ¡ya están cometidas!




En el año de las especulaciones, la realidad acechó y rompió. Se registran los récords de infortunios premeditados. Nada mas cruel, nada más sútil: Esperar a ser lastimado. Los números son calculables. El dolor, no.
Obsoleto quedó el destino. Por algo no debía creer en el.
Trunco quedó el augurio. Dios tan imparcial.


Esta es la idea. Este es mi dolor.


Estas son las posibilidades:
autoencierroloco.
radicalización.
amor.

¿puede analizar usted mi alma?



¿puedo ser amado hasta estallar?



¿puedo decirte lo que siento?:






"Hasta que el amor se desentienda de su esencia voy a amar.



Cuanto mas aire haya en el espacio, mas amor entrara a mi cuerpo, por lo que, con gusto dejaría de respirar hasta morir, por tu amor.



Porque todo lo que tengo y no tengo será para congraciar tu vida. Y en este instante reafirmo, y forjo nuestro propio destino (o al menos el mio), yo quiero vivir para vos.


Los tiempos turbios que me acechan, formaron una convicciòn en mi. Ella será honor a la familia, lealtad, eternidad.-








Te amo.





















6.8.08

-¡Dejad las palabras al Rey!-


Ciertas veces, o la mayoría de las veces, grandes autores mutilan nuestro exiguo intelecto, haciendolo un poco menos precario. De esta forma esbozamos nuestros propios pensamientos, ya teñidos de uno o varios autores.

Sin embargo, podemos ir a la inversa: hay pensamientos originales, puros, que nacen y son, sin más, sin influencias (esto es una excepción a la regla anterior, ya que siempre estamos influenciados, por lo que sea, no solo autores).

Con todo lo anteriormente expuesto quiero decir, o mejor, mostrarles con el siguiente escrito: Hay reyes que merecen brillar y no ser cruelmente desfragmentados.

Hay pensamientos que no merecen ser adaptados; pues su autor dice lo que vivimos, sin olvidarse ni el más minimo detalle, sin ser ficticio.

La historia de este rey, no es tan feliz. Pues ocurre que el mensaje que porta en su "bóveda craneana", fue captado por la mayoría de sus súbditos, no de la manera que su Rey anheló. Y lo que es más, ¿son acaso sus súbditos los que él soñó?

En este caso, leamos y difrutemos obra y magnificencia del Rey:


¿CUÁNTO TE PAGAN POR IZAR LA BANDERA?

Somos el miedo de los gobiernos que mienten en nombre de la verdad. El miedo del poder militar, económico y jurídico que impide la comunicación humana de pueblo a pueblo. Somos el miedo de la soberanía de los piratas del mundo que mutilan el estado de ánimo e impiden las emociones reveladoras. Somos el miedo del poder de los déspotas que reside en mecanismos impersonales. El miedo de las estructuras burocráticas que desalientan las conductas exploratorias. El miedo de las grandes fortunas que se robaron de los derechos naturales. El miedo de los centros de poder que amenazan con la destrucción total. El de esos varones sensatos y "prácticos" que desean dejar su huella en la historia y creen solamente en lo que pueden forzar y controlar. Somos el miedo de quienes nos adiestran a ser corteses cuando alguna institución nos pisotea. El miedo de quienes temen a los cambios pues su status depende de la rutina y del tiempo de otras personas. El miedo de las tecnologías caprichosas que nos obligan a valorarlas adoptando siempre sus supuestos básicos. Somos el viejísimo miedo agazapado en todos los rincones del Imperio y estamos encantados... ¡encantados!


Carlos A. Solari.-

4.8.08

Test Mental (al menos).-





Y aunque algo ruge, da miedo, dudo esta vez escaparme. Esta noche me invita a un test mental. Y pienso.
Alguna vez oí que los vientos dejan de soplar con la presencia de un corazón honesto. Que los puntos cardinales giran: el norte es sur y el sur, sur al fin, sin más. Que las tinieblas me preparan su mejor sofá, derrochando cordialidad, esperando a un hombre que vivió al ras de este suelo putrefacto y que cuando se alzo al fin, su muerte ansiaba por él.
Las naciones quebraron, los niños se pudrieron, y el mar embalsamó nuestros cuerpos. ¿Futuro encubierto? No encuentro espacio subalterno que pueda hospedar, al menos mi alma.
Este evangelio expira pero ya vendrá otro. De dioses eternos que peleen por su público. De vírgenes de metal, y acero inoxidable. Ni la lluvia podrá con ellos, prometerán tecnología de punta, de modelo “maquina-hombre-maquina”. Profesan augurio, bondad enlatada. Y en algún archivo vagabundearán vuestras almas. Destrozando así evolución precaria.
Y si algún perro olfatea tanta mierda, me encargare de que se publique en televisión a la masa. Y así poder arrancarme los pelos y las uñas por cada punto de raiting.
Y si juego al ajedrez con la vida, que piense la vida. Por que resulté ser el que no esperaban. Hoy cambie mi anhelo y empecé a formular profecías viejas. Porque mi destino parece ser un dolor de cabeza.
Entonces, enfriado el corazón, carburada la razón, ahí voy. Bajo misterios, bajo el mar, considero y configuro, sin hazañas ni cuentos de magos, este sutil panal que derrocha miel mercadeada, cotizada con el mejor packaging moderno.
Y si por esos años vengan mis años, al menos boicotearé cabezas secas de seres inanimados. De padres violadores, de madres prostitutas. De calles sin salidas, de hijos sin consuelo. De viejos recién nacidos. De hombres maduros en extremos, que hoy forman el buffet del gusano mal hablado.
Simplemente, sin complejos, no es en vano mi teoría. Hágase su test, sin terapias vía telefónica. Sin hacer estallar la vanguardia. Solo de noche y con un ámbito frío, o como les venga en gana, pero arranque viejos prejuicios.