Y va a llegar ese día en que se desvanezcan tus alegrías
Y esa llamita que, apenas, sos
Se extinga y de ella no quede nada
Ni la pregunta de cómo hiciste para aguantar
Y gastar tu vida entre todos tus venenos
Y temores que te rendían.
Y esa llamita que, apenas, sos
Se extinga y de ella no quede nada
Ni la pregunta de cómo hiciste para aguantar
Y gastar tu vida entre todos tus venenos
Y temores que te rendían.
(C. Solari)
Cándido,
en momentos en que uno piensa y proyecta supuestos, hasta que los hechos desordenan el plan que, a priori, suponía fresca y melanco irrealidad... todo se vuelven un caos, hasta no saber que dejar fluir: ¿la realidad o un nuevo plan mental?
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