A donde va la mente llevarás tu cuerpo

A donde va la mente llevarás tu cuerpo,

o por las cosas y su triunfo al miedo, 

o por los vestigios de vos ya sabes que mundo.

Como el mismo sol de enero,

con certeza tu presencia puede,

sentirse desde aquí, violando límites temporo-espaciales.

Por favor ya no inclines

nuestro estado es perfecto,

más tú y tus jugos pueden vertirse,

advertirme del misterio,

y dejar que la nada exhima de pecados.

Entre voces difusas nos reímos,

no importa el lugar, ¿la pregunta es que importa?,

nuestros días hoy comienzan, pero ya ¿puedo captar otro sabor?.

El gobierno de tu cuerpo,

un tributo muy a gusto he de pagar.

No con reyes, no con bufones,

con palabras y otros licores.

Hasta que la sangre nos remita

a la miseria del contexto,

he de pensar que en tu cabeza sonaré,

como tropas de jinetes desalmados, 

que en busca de su honor allá van.

Me deje llevar por el colapso de las actividades, entonces al desvariar, encontré un fugaz instante para publicar.

Hace tiempo que no visitaba esto (que es mi espacio), en donde pocos (fieles) lean mis días.

Más allá de esto, a ella, que sabe bien compartir mis puntos de vista, fueron las predecesoras palabras que encabezaron este escrito. 

Hasta otro y ese entonces!   

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