14.5.10

Todo gigante muere cansado de devorar a los de abajo

Como prefacio, obligo a ustedes apretar "play", si quieren acaso una lectura placentera, luego de que...:



...revienten:


Parece ser que la benevolencia de nuestros antiguos se requebrajó en llantos. Desbarrancó de tal perfecta forma, casi amorfando pensamiento alguno.
Todo como si cada preciado segundo de nuestra existencia pareciera ser como fin último ser feliz. Por supuesto que a esta altura, nuestro desempeño terrenal demostró que no hay felicidad colectiva. Hay felicidades individuales (de seres aislados). Algunos me dicen: "las pequeñeces de la vida son las que te dan la felicidad". Sin embargo, esta fórmula no me convence: pienso que es al reves, estas pequeñeces nos alientan a no mandar todo al carajo. ¿esto es felicidad?. Por suerte, no comprendo cuan grande es el pensamiento (no quiero limpiar luego la sala, con pedacitos de mi cerebro desparramados allí, mutilados). De allí, que la razón de ser sea suprema. Nadie puede tener preparada la cabeza para recibir semejante información.
Bingo! La llamada finitud del ser humano fue predispuesta justamente para un humano. Y no cualquier humano, sino de esos que nos gustan ser a vos y a mí.
Empero, sospecho que hay seres que han tenido la magnitud en sus manos. Si pero estos individuos no son aquellos que la gente cree: no son esotéricos, chamanes, brujos, católicos, musulmanes, budistas, y todo el esperanzado. No, ellos creen tener en sus manos un plan divino a desarrollar, y enrrolados en la fé y la esperanza, subsumen a otros insignificantes al colectivo del plano sobrenatural.

Me parece más firme pensar en un discurso de una persona que no esta en sus cabales. Èste si es un punto de inflexión, alguien cuyo ordenamiento lógico fue desconfigurado ¿puede haberse teñido de la concepción suprema? ¿puede haber receptado por una fracción de segundo el conocimiento eterno?
No quisiera abandonar este supuesto: siempre me causó intriga determinar que transmitía la mirada de un enajenado.
Tengo la posibilidad de analizarlos, (bueno más que analizarlos, influenciarlos). Y encontré en un allegado con estas características anómalas, Jonathan, (quien en el útero de la susodicha pidió a gritos que no lo llamaran con esa calamidad) lo miro:
A) para ver si se percata de que estoy presente en el mismo espacio físico,
B) para recibir el contra-mensaje.
A todo esto, él devuelve una mirada hacia la nada. Insistí, agarre su cabeza y la alineé hacia la mía y expresé: "Jony, mirame, por favor. Estoy aca! ¿me ves?" y nada. De nuevo insisto, (solamente por la mera situación organizacional y fáctica que me superpone en el rol social a cumplir), y dijé: "Dale Jonathan, me miras" y nada, además de menguar mi intento, los encargados de custodiar a Jony ya desconfiaban de mis intenciones. Éllos saben que todos los seres humanos tienen una perversidad innata (creo fielmente que este es el único punto rescatable de los psico-analistas, que además no se necesita ser tal para darse cuenta), por eso cesé mi intención de cuestionar a Jony. Sin embargo, recibí un saludo, me extendió su mano, como diciendo "se que estas allí, pero flaco, lo tuyo es terrenal, lo mío no tiene sentido para tu finita cosmovisión" seguía apretando mi mano como si estuviera deseandome el mal y el bien al mismo tiempo, fusionados en un solo acto: "flaco, vos no podes ver lo que yo ví por error, no debí ver tan claro, no debí, y mirá lo que soy: objeto de tu analisis"... Sus ojos al vacío, como mirando las ruinas y mediocridad a la que nos subsumimos. No había posibilidad alguna que mi objeto de analisis se concentrara, ni siquiera en un plan de realizar alguna acción básica como comer. Éste dejaba influenciarse, manipularse, ultrajarse, determinarse, cohesionarse. Todo, por los expertos en los anormales. Éstos hombres traen teorías de comportamientos anómalos: "Alguna variación, alteración en su cartera de cromosomas. Algún trastorno, producto de la problemática en la que se subsume el paciente. Y puede ser por la concha bien puta, gélida y engualichada de su madre que lo trajo a este mundo insensato (opinión de un profesional esoterico, casi alienado por el trato desgastador con los anómalos)".
Claro, estas teorías frias, nunca esbozadas por algún alienado mental. El alienado sabe determinar los estadios de su vida, sabe traer a la tierra su miserias y dejar que se construyan supuestos dogmáticos de comportamientos. Éllos parecen haber visto, y automáticamente perecido. Parecen haber nacido fuera del tiempo: de ahí que los cuerdos renieguen y los internen, porque sus actos difieren, no se corresponden con los patrones de comportamientos humanos. Esos que nos hacen diferir, en parte, del resto de las especies.
Espero no indagar demasiado, pero tanto es el misterio, que hace ansiar a uno la muerte, y no la felicidad. No una muerte entendida como un dolor extremo, una muerte como puerta al conocer. ¿estaran allí las respuestas añoradas en vida? o ¿solo será la nada eterna?. Esto parece carcomerme, no puedo pensar en la nada eterna, no es justo. Entiendo que mi fin forme parte de un juego experimental, pero ¿Por que reducirme a ser solo una parte del plan experimental? ¿Por que? si el mundo ya expira. El que todos conocemos, quiso mirar el juego desde arriba, quiso ponerse en pie de igualdad y termino mirando el culo a un ser inferior que él, termino en un plano no amigable según relata la historia.
¿Un pobre diablo como vos no ve a un pobre diablo como yo y se compadece de nuestra situación?. Cada uno requiere del otro, asi está mecanizado el juego: el pobre necesita de la sobra del rico, el medio trabaja desbordandose con dos sentimientos ligados entre sí: no dejar de trabajar por miedo a ser pobre; trabajar lo demasiado como para asimilarse al rico. Así, esta el panorama, alentador para los perversos como yo, que queremos ver fracasar el progreso humano. Bah, en realidad poco me importa: solo bajo a este plano para repetir mi rol de actor social, y pensandolo bien ¿que otra me queda?, luego me vuelvo a elevar para observar y plantear estas idioteces que a nadie le interesa. Pero en fin, este espacio virtual es mío y del web developer (que en cierta parte tambien vive en un mundo digital), con lo cual puedo decir hasta la mierda más insensible, salvo que éste último me borre del espacio.



Cándido.-



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