Y aunque algo ruge, da miedo, dudo esta vez escaparme. Esta noche me invita a un test mental. Y pienso.
Alguna vez oí que los vientos dejan de soplar con la presencia de un corazón honesto. Que los puntos cardinales giran: el norte es sur y el sur, sur al fin, sin más. Que las tinieblas me preparan su mejor sofá, derrochando cordialidad, esperando a un hombre que vivió al ras de este suelo putrefacto y que cuando se alzo al fin, su muerte ansiaba por él.
Las naciones quebraron, los niños se pudrieron, y el mar embalsamó nuestros cuerpos. ¿Futuro encubierto? No encuentro espacio subalterno que pueda hospedar, al menos mi alma.
Este evangelio expira pero ya vendrá otro. De dioses eternos que peleen por su público. De vírgenes de metal, y acero inoxidable. Ni la lluvia podrá con ellos, prometerán tecnología de punta, de modelo “maquina-hombre-maquina”. Profesan augurio, bondad enlatada. Y en algún archivo vagabundearán vuestras almas. Destrozando así evolución precaria.
Y si algún perro olfatea tanta mierda, me encargare de que se publique en televisión a la masa. Y así poder arrancarme los pelos y las uñas por cada punto de raiting.
Y si juego al ajedrez con la vida, que piense la vida. Por que resulté ser el que no esperaban. Hoy cambie mi anhelo y empecé a formular profecías viejas. Porque mi destino parece ser un dolor de cabeza.
Entonces, enfriado el corazón, carburada la razón, ahí voy. Bajo misterios, bajo el mar, considero y configuro, sin hazañas ni cuentos de magos, este sutil panal que derrocha miel mercadeada, cotizada con el mejor packaging moderno.
Y si por esos años vengan mis años, al menos boicotearé cabezas secas de seres inanimados. De padres violadores, de madres prostitutas. De calles sin salidas, de hijos sin consuelo. De viejos recién nacidos. De hombres maduros en extremos, que hoy forman el buffet del gusano mal hablado.
Simplemente, sin complejos, no es en vano mi teoría. Hágase su test, sin terapias vía telefónica. Sin hacer estallar la vanguardia. Solo de noche y con un ámbito frío, o como les venga en gana, pero arranque viejos prejuicios.
2 comentarios:
Hermoso, sutil, efímero....
Cuanto más grande son tus palabras, más grande es el espiritu que portas.-
saludos Jerónimo.-
Innegable y a la vez imprudente..por eso molesta tanto cuando alguien mira tan de cerca la Gran Obra
Felicitaciones,un tonto menos
Besos y no pestañes
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